domingo, 15 de diciembre de 2013

Nutrición en el deporte

 Buenas a todos, aprovechando nuestra participación en el curso sobre nutrición en Coruña del miércoles, hoy os hablaré sobre la importancia de la alimentación en el deporte y en cualquier aspecto en general.


  La alimentación de un deportista cobra una especial atención y necesitará unos nutrientes más que otros dependiendo del tipo de ejercicio a realizar ( fuerza, resistencia o velocidad), la duración de la práctica deportiva y, su intensidad. Conseguir un alto rendimiento no solo dependerá del entrenamiento y de sus factores genéticos, también influirá una alimentación adecuada. Ésta debe ser individualizada, equilibrada en nutrientes ( hidratos de carbono, grasas, proteínas.. ) y variada en la elección de alimentos. Por lo tanto, cuando se planifica una dieta para deportistas no existe una pauta general, ya que cada deporte tiene unas demandas especiales.

  El deportista tiene un gasto energético superior a la persona sedentaria y, para lograr mantener su peso estable y un mayor rendimiento en su práctica deportiva, tiene que compensar la energía gastada. La dieta habitual del deportista debe ser equilibrada, con un aporte algo superior en hidratos de carbono, proteínas , lípidos, vitaminas y minerales. La distribución calórica en los distintos nutrientes varía en función del tipo de ejercicio, siendo:

  -En una persona sedentaria: Hidratos de Carbono (50-55%) -  Proteínas ( 12-15%) - Grasas (30%).


  -En deportes de resistencia: ejercicios de tipo aeróbico, de larga duración e intensidad moderada ( correr, nadar, ciclismo...) Hidratos de Carbono (60%) - Proteínas (15%) - Grasas ( 25%).


  -En deportes de fuerza y velocidad: ejercicios de tipo anaeróbico, de fuerza y resistencia muscular (ejercicios de pesas) y ejercicios de tipo aeróbico con intervalos anaeróbicos ( tenis , fútbol.. ) Hidratos de carbono (57%) - Proteínas (17-18%) - Grasas ( 25%).


  La dieta del deportista tanto si práctica ejercicios de resistencia de más de 60 minutos, como de fuerza y velocidad debe ser:

  Rica en hidratos de carbono o azúcares complejos ( cereales, arroz, pasta, patata, pan , legumbres, verduras, hortalizas). Estos azúcares aportan energía o glucosa que se almacena, una parte en el hígado y otra parte en el músculo, formando el glucógeno. Para lograr una mayor resistencia y evitar el agotamiento, estos depósitos deben estar llenos. Se recomienda los días anteriores a una competición aumentar el aporte.

  Contener entre un 10-15% de azúcares simples (fruta, zumo de fruta, azúcar). Éstos son útiles durante la realización de esfuerzos prolongados, ya que evitan la bajada de azúcar y prolongan la resistencia unos 30-60 minutos más. También son muy importantes justo después del ejercicio para reponer el glucógeno muscular. En las primeras horas después del ejercicio la recuperación de glucógeno es más rápida.

  Se debe consumir proteínas a diario (comida y cena) para lograr el recambio muscular. Los deportistas, en comparación con una persona sedentaria, tienen aumentadas las necesidades de proteínas , aproximadamente el doble.

  Reponer la pérdida de líquidos y electrolitos. Durante el ejercicio se pierde gran cantidad de estos por el sudor, lo que hace al deportista más susceptible de sufrir deshidratación. Se recomienda tomar 2 vasos de líquido antes de comenzar la actividad física, 1 vaso cada 15 minutos y 2 vasos después de acabar el ejercicio.

  Se deben evitar los alimentos ricos en grasas y azúcares simples (embutidos, charcutería, bollería industrial, pastelería y bebidas azucaradas tipo refrescos) ya que afectan al rendimiento deportivo por producir digestiones lentas, pesadas y aparición de cansancio.

  Se deben fraccionar las comidas a lo largo del día adaptándolas a las horas de entrenamiento y/o competición. Se recomienda realizar 5 o 6 ingestas sin ayunos de más de 3-4 horas y nunca saltarse el desayuno. Tampoco es recomendable hacer coincidir el ejercicio con la digestión.


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